Somos un país futbolero , en muchas ocasiones utilizo imágenes, resultados y situaciones de este deporte para analizar actitudes que tienen que ver con el mundo laboral.
En la última semana a quienes nos
gusta observar este deporte presenciamos la eliminación y la bochornosa (a nivel
resultados) actuación del seleccionado Sub 20 en el sudamericano jugado en
nuestro país.
Bien, de esta experiencia
deportiva podemos extraer algunas enseñanzas para el ámbito laboral. Uno de los
objetivos de toda área de Recursos Humanos es contar en el plantel con personas
que se pongan “la camiseta” de la empresa y formar equipos de trabajo que obtengan
grandes logros profesionales.
Para que cada uno de los empleados se ponga la
camiseta de la empresa, no alcanza con realizar acciones de marketing interno,
es decir con un Boletín informativo semanal, con hacer eventos corporativos
trimestralmente, o con regalos corporativos con merchandising de la empresa. Aunque
pueden ser medidas complementarias interesantes, el foco de la motivación es
otro.
Estas acciones apuntan a la
motivación extríseca, es decir no provienen del interior del individuo sino de
las circunstancias que lo rodean; por el contrario las motivaciones intrísecas
provienen del interior del individuo son aquellas acciones mentales que lo
mueven a actuar de determinada manera.
Volviendo al ejemplo del fútbol,
más allá de gustos personales y pasiones, no se puede decir que el seleccionado
argentino estaba integrado por malos jugadores; el problema a mi juicio es que
no se pudo armar un equipo. Para ello es fundamental la acción del líder. Sin
un buen líder no solo no hay equipo, sino tampoco hay logros que se puedan
obtener.
¿Qué características tiene que
tener el líder para formar un equipo exitoso?
La primera y fundamental
característica es que sea un líder… con un jefe no alcanza.
Entendiendo la diferencia de la siguiente manera:
Entendiendo la diferencia de la siguiente manera:
El jefe impulsa a las personas;
el líder las dirige.
El jefe depende de la
oportunidad; el líder de la buena voluntad.
El jefe dice “Yo”; el líder dice “Nosotros”.
El jefe busca el culpable del
fracaso; el líder busca solucionar el fracaso.
El jefe sabe como se hace; el
líder muestra como hacerlo.
El jefe dice: “vayan”; el líder
dice: “vamos”.
Entendiendo que los equipos
exitosos están coordinados por líderes; ahora sí enumeraré algunas
características necesarias para lograr que los empleados se pongan la camiseta
de la empresa y conformen un equipo sólido que alcance objetivos importantes
para toda organización.
ü Lograr
vínculos de confianza con su grupo de trabajo, hecerlos sentir orgullosos de
pertenecer a su equipo.
ü Lograr
un nivel de camaradería tal, que todos estén dispuestos a colaborar y dar una
mano al compañero.
ü Permitir
que todos y cada uno participe en la toma de decisiones.
ü Lograr
un alto nivel de comunicación, para que todos comprenda cuales son los
objetivos y hacia donde se dirigen.
ü Celebrar
los logros, volviendo al ejemplo del fútbol: Lo más lindo es abrazarse al hacer
un gol…!!! (El líder tiene la obligación de reconocer las acciones diarias que
sus empleados realizan).
ü Lograr
un real y concreto balance entre trabajo y vida privada.
Es posible que los empleados se
pongan y transpiren la camiseta de la empresa, pero es necesario para ello
tener en cuenta estas consideraciones; y esta no debe ser una acción aislada;
sino el compromiso de cada día. Cuando al empleado no se lo respeta en estos
puntos, y cuando da lo mismo que la tarea la realice él u otro; el equipo se
desmotiva, cae en la rutina y solo en el mejor de los casos se cumple el
horario por la sola razón de necesitar el sueldo. Eso es como salir a la cancha
sin el hambre de gloria, sin la firme convicción de que son un equipo que va a
pelear el campeonato.
Excelente Post muy útil el blog... para recomendar... me siento identificada con este artículo... ya que tuve jefes que mejor olvidar
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